lunes, 16 de mayo de 2016

Sentimientos nevados



 
El pasado 5 de mayo entregamos en el instituto los premios literarios de poesía y relato. Tuvimos la suerte de que el escritor Fernando J. López diese los diplomas a los alumnos premiados. Fue mera casualidad que tras su charla-coloquio sobre El reino de las Tres Lunas -novela juvenil donde aborda el motivo de la creación poética colectiva, pues los protagonistas son un grupo de juglares que componentes una pieza para desvelar un crimen- fuese él, precisamente, el encargado de pronunciar el lema ("Hijos de la luna") de la obra ganadora en la modalidad Poesía. ESO ("Sentimientos nevados"), bajo el cual se agrupaban -para mi orgullo- once alumnos de mi grupo de 2ºL. Mientras la nueva ley educativa empuja a los alumnos hacia el individualismo, hacia la competición por ocupar un puesto en un ránquing escolar, y mientras la sociedad capitalista exporta como valor supremo el económico; mis estudiantes han defendido los valores contrarios: la unión para alcanzar un objetivo común, que no ha sido otro que divertirse escribiendo un poema conjunto. Así, han reivindicado la fuerza del grupo para perseguir un objetivo estético, para alcanzar una meta ilusionante para todos. No lo han hecho por dinero (apenas tocan a cuatro euros por cabeza), sino por compartir un proyecto, por unirse aún más de lo que están, por disfrutar tanto de la creación literaria como de los preparativos (búsqueda de un lema integrador, de un título, de un medio ingenioso para repartirse el premio, de un orden compositivo…). Han demostrado que están muy por encima de las raquíticas metas que el sistema educativo trata de imponerles (mera memorización de contenidos), y de la estrecha visión con que los adultos muchas veces los miran. Algunos miembros del jurado no daban crédito a la feliz colaboración de estos once adolescentes para ilusionarse juntos compartiendo una meta. A veces somos los propios adultos los que minusvaloramos a nuestros estudiantes. Pero dentro de las aulas tenemos un potencial arrollador que, a nada que se estimule un poco, puede dar frutos tan bellos como este premio tan merecidamente otorgado a mis once alumnos.

En homenaje a ellos, y con el orgullo que puede sentir una profesora hacia sus chicos, dejo aquí el poema ganador. Es un honor y un privilegio tener la oportunidad de dar clase a unos estudiantes tan creativos y tan entusiastas. Ellos mismos me han pasado el texto premiado indicando el haiku escrito por cada uno.




La nieve fría.
Un hombre solitario:
La soledad.

(Plamena)


La blanca nieve.
Paisaje sin salida.
Un viento helado.

(Daniel)


La nieve blanca
en los campos de invierno.
El hombre triste.

(Gabriela)


Estaba solo
como un punto en la nieve,
desvanecido.

(Sara)


Soledad fría,
mundo descolorido:
la nieve blanca.

 (Heydi)


Vacío al frente,
silencios en la nieve,
soledad blanca.

 (Amalia)


La cresta blanca
se ve disimulada
allí a lo lejos.

 (Virginia)


Miran atrás:
ven los copos caer,
desvanecerse.

 (Lucía)


La gran ventisca
cubre nuestro camino:
siempre atrapados.

 (Qiqi)


Calma absoluta.
Ventisca arrolladora.
Siento impotencia.

 (Hao)


Soledad blanca.
Existencia pequeña.
Frío aislamiento.

(Paula)


5 comentarios:

  1. ¡¡¡Felicidades !!! Me parece interesantísimo escribir en grupo. No olvidarán ese premio.

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  2. Son un grupo muy cohesionado. El diploma lo han colgado en el tablón del aula. Son generosos e imaginativos. Una delicia, vamos.

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  3. Enhorabuena a ti y a tus alumnos. Ojala iniciativas así se extendiesen.

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  4. Felicidades a todos por el premio. Me parece extraordinario su trabajo en equipo y ojalá esto ayude a que no se les vea como simples máquinas que memorizan libros de texto.

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  5. Gracias a vosotros por vuestros comentarios. A los chicos les van a encantar.

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