sábado, 6 de abril de 2024

Apoyo al colectivo "Rebelión científica"

En el centro, el filósofo, poeta y ensayista Jorge Riechmann

 


Copio del blog de Jorge Riechmann:


"Jornada en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) en apoyo al colectivo Rebelión Científica y a lxs demás activistas (algunxs pertenecientes a Ecologistas en Acción) que han sido imputados y están pendientes de juicio por la protesta no violenta en la Puerta de los Leones del Congreso de los Diputados, el 6 de abril de 2022, para denunciar la inacción climática de los Gobiernos. Además de esas 15 personas, en las últimas semanas de 2023 casi una treintena de miembros de Futuro Vegetal han sido detenidos bajo la acusación de formar parte de una organización criminal (y después puestos en libertad, pero con cargos."


Esta mañana ha habido dos recitales poéticos en apoyo a dicho colectivo. A las 10:00 y a las 12:00. 


Mi contribución poética a la causa


Las jornadas de protesta y reivindicación se continuarán esta tarde a partir de las 17:00, también el museo Reina Sofía. 

Este es el manifiesto que se ha leído hace unos horas:


Manifiesto SE AGOTA EL TIEMPO

Se agota el tiempo, sí, mientras nuestras sociedades naufragan… Valga un solo ejemplo impresionante de este comienzo de 2024, que retrata el nihilismo dominante en toda su crudeza: en Groenlandia, cuyos glaciares se deshacen por el calentamiento global, un empresario ha tenido la idea de vender hielo de estos glaciares a los bares de cócteles más exclusivos de los Emiratos Árabes Unidos, ese petroestado que contribuye como pocos a realimentar la catástrofe climática.

Éste es el mundo demencial donde millones de personas tratan de impulsar un cambio de rumbo mediante múltiples formas de protesta ecologista y climática (protesta acompañada casi siempre de propuesta); pero también el mundo donde estas acciones se enfrentan a una represión creciente en muchos países, incluido el nuestro.

En la primavera de 2022, durante una semana larga de movilizaciones impulsadas a nivel internacional por Rebelión Científica, se organizaron diversas acciones reivindicativas. También en Madrid, donde participaron un centenar de personas vinculadas a varios colectivos ecologistas. La protesta, el 6 de abril de 2022, hace exactamente dos años, consistió en acercarse estos grupos de activistas sin ser descubiertos al Congreso de los Diputados y verter un líquido biodegradable de color rojizo (“sangre falsa”), que se limpia fácilmente, en las escaleras del Congreso. La acción quería poner en el centro de atención el último informe del IPCC, y mandar un mensaje claro al Gobierno y otras autoridades: la ciencia se está rebelando ante una acción insuficiente.

La Policía Nacional retiró al grupo de participantes en la protesta en poco tiempo e identificó a una parte de ellos. A pesar de que no hubo detenciones in situ, se activó un protocolo de búsqueda y captura para 15 de las activistas, que fueron llamadas a comisaría meses después del acto, y luego tuvieron que prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 30 de Madrid (Plaza de Castilla).

En un principio la cosa parecía gravísima: la Policía acusó de haber detenido las actividades parlamentarias, lo cual apuntaba a una posible causa “antiterrorista” y que el caso hubiera acabado en la Audiencia Nacional. Finalmente no fue así. Fueron decayendo las acusaciones iniciales, como la de detener la actividad del Congreso o la resistencia a la autoridad, y quedó sólo en firme la acusación de daños al patrimonio histórico, por la que la Fiscalía de Madrid pide 21 meses de cárcel y una multa común de 3.300 euros. Estas 15 personas se hallan ahora a la espera de juicio oral: un caso más entre otros muchos que documentan la creciente erosión del derecho a la protesta democrática.

Entre los portadores de la pancarta, el poeta y cineasta Julio Mas Alcaraz
 


La represión policial de las protestas y acciones de desobediencia civil frente a la emergencia climática va en aumento, sumándose a otras formas de hostigamiento y violencia que sufren personas y colectivos comprometidos con la defensa de la vida en la Tierra. Violencia que en muchos casos, en el Sur global, desemboca en graves violaciones de los derechos humanos y en asesinatos.

El Consejo de Ministros de nuestro Gobierno aprobó el acuerdo de Declaración ante la Emergencia Climática y Ambiental en España en enero de 2020. Pero, pese a que la situación objetiva empeora cada vez más y las perspectivas de un planeta Tierra inhabitable (para seres como nosotros) empeoran, ni el Gobierno ni el Congreso ni otras instituciones están actuando de manera adecuada frente a esos peligros. La enorme desproporción entre la situación de emergencia y la ausencia de respuestas adecuadas lleva a acciones como la del 6-A de 2022 en la Plaza de las Cortes.

Hoy estamos aquí para apoyar a todas las activistas objeto de represión y para reclamar el cambio sistémico que nuestras sociedades necesitan para evitar que la Tierra se convierta en un infierno climático.


domingo, 31 de marzo de 2024

Una luz difícil


Una luz difícil, Tomás Gonzlález. Sexto Piso. 2023

 

 

 

 

No pensaba escribir este artículo, por falta de tiempo; pero al final se me impone la búscadora de nexos que hay en mí y no he podido más que rendirme al peso del entramado cultural que distingo en el libro. Esto no quiere decir que el autor se haya nutrido de las citas de las que voy a hablar, sino que yo gusto de enhebrar distintas lanas para tejer mis reseñas. En cualquier caso, los vínculos están ahí. Ya sea por pura casualidad o porque mi ojo crítico no pierde la ocasión de señalar los lugares de encuentro.

El protagonista de Una luz difícil es pintor. Alguien sujeto como todo el mundo a los vaivenes emocionales. Sin embargo, que sea un artista (plástico) cambia las cosas. Tras el accidente de tráfico de uno de sus hijos se avergüenza del reconocimiento mediático que recibe su obra. La felicidad viene descompesanda por la pena. Y no obstante, expone sus pinturas porque, al final, debe salvar el Arte. Al público que visita las galerías le trae sin cuidado que la estabilidad emocional del pintor ya no concuerde con su estado de ánimo después de la catástrofe. Y él acaba sobreponiéndose a sus trágicas circunstancias personales para promocionar una serie de cuadros de una etapa anterior con la que ya no se identifica, pero los expectadores. Y he aquí el artista. El que hace de tripas corazón. El ser humano que sufre, pero trata de ofrecer la belleza que sintió (en una etapa biográfica pretérita) a sus conciudadanos. El dinero de las ventas, además, le resulta indispensable para pagar las medicinas y tratamientos que su hijo necesita para sobrevivir con cierta dignidad.

El balance que de su vida hace David en la vejez, pese a la tristeza que le producen las desapariciones de dos de sus seres más queridos, es realmente positivo. Aquí veo yo una concomitancia con el mensaje que el filósofo Ludwig Wittgentein dejó a sus amigos poco antes de morir. La cita la recoge Juan Antonio González Iglesias. Por lo visto, el también lingüista pidió a la esposa de su médico que les comunicase al llegar: “Diles que mi vida ha sido maravillosa”. Quien haya leído Una luz difícil verá la analogía sin remedio.

La novela se centra en un par de aspectos que justifican, sobradamente, un juicio tan favorable. El primero es el Arte. Durante el proceso creativo se siente ilimitado. Eterno y, por supuesto, feliz. El otro es el Amor. Un amor inseparable de su faceta erótica. Quién no se siente un dios cuando posee a la persona amada, cuando la da placer y lo recibe. Y en estos puntos distingo un puente entre Tomás González y Jorge Riechmann. Escribe este último: “El amor/ la poesía / dan sentido a esta aventura ambigua / que llamamos vivir” (Rengo Wrongo). Pero, sobre todo, sentencia: “El amor carnal es sacramento, el gran arte es sacramento […] y no se me ocurre nada más que lo sea” (Conversaciones entre alquimistas). Pintores y poetas, fecundos en Eros y en proyectos artísticos, percibimos la divinidad cuando satisfacemos el deseo o cuando creamos. Dicho esto, añado, con permiso de Riechmann, que la amistad (valor epicúreo donde los haya) también puede ser sagrada. Así lo cree Mario Míguez: “La amistad verdadera […] es como el amor un sacramento” (El cazador). No en vano, serán los amigos quienes sostengan a David en sus últimos años, ya de viejo. Esta dulzura final inclina la balanza de la existencia a favor del resumen feliz. Pero, como adelantábamos, Eros y Arte ya habían inclinado la balanza de su lado.

El estado de conformidad con que David acoge los cambios en su vida (las muertes, la pérdida de visión…) es de signo estoico; la satisfacción de sus deseos naturales y necesarios (“Cuando tengo hambre, como; cuando tengo sed, bebo”, Pág. 146), así como la limitación de sus deseos son de origen epicúreo. Poco más se necesita para sentirse dichoso a una edad tan avanzada como la suya. Juan Gil-Albert, en el texto en prosa Autoretrato, haciendo balance de su existencia unas horas antes de cumplir los setenta, declaraba también con rotundidad: “Me siento feliz”.

 

            


miércoles, 27 de marzo de 2024

Un poema de Sabiduría de los límites

 


Dejo por aquí un poema de mi nuevo poemario Sabiduría de los límites. Línea de flotación (Universidad de Alcalá de Henares. 2023).

 

En breve, unas líneas sobre lo que pretendo con el libro y lo que pienso de él.

 

 

viernes, 22 de marzo de 2024

Fallamos el Hiperión




Ayer, 21 de marzo (Día Internacional de la Poesía), hicimos público el libro ganador del último Premio Hiperión: Oro en las grietas, escrito por Lorenzo Roal (1992).

Os dejo por aquí un enlace a El Cultural, suplemento del diario El Español, que ayer recogió la noticia:

https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/20240321/lorenzo-roal-gana-premio-hiperion-obra-oro-grietas/841666090_0.html

Seguimos.



domingo, 3 de marzo de 2024

Un recuerdo de la presentación en Alcalá de Henares


 

             El pasado 27 de febrero presenté mi doble poemario, Sabiduría de los límites. Línea de flotación, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá de Henares. Tuve la suerte de contar con la complicidad y el cariño de Javier Lostalé. Al otro lado de la mesa, Ángela Álvarez Sáez nos daba a conocer su nueva obra (Canción de cuna) de la mano de Verónica Aranda. Detrás de todos nosotros, la energía y el talento de Francisco José Martínez Morán, que hizo de entusiasta anfitrión. Gracias le doy, además, por pedirme un manuscrito en 2021 para De luz, piedra y espejo, la colección de poesía que dirige en la UAM.

             Seguimos.



sábado, 17 de febrero de 2024

27 años de carrera literaria

 


El pasado 12 de febrero hizo veintisiete años que publiqué mi primer poemario. En este tiempo he cosechado veintidós libros de diferentes géneros: poesía, novela, antologías, ediciones de clásicos, traducción, ensayo y álbum ilustrado. Pedro Salinas decía de Federico que era "muchipersona", por su versatilidad artística. De sí mismo escribía: "Yo no sé si soy proteico, polifacético, polígrafo [...], pero por ahí debo andarme". En fin, yo me identifico con ambos. Por aquí os dejo una foto de familia.

Seguimos.


viernes, 9 de febrero de 2024

En el Bulletin of Hispanic Studies


 


Si hace un mes anunciaba el artículo que el profesor Paul Cahill (Universidad de Pomona, California) publicaba sobre mi obra en la revista norteamericana Romance Quarterly, os comunico ahora que tengo la inmensa fortuna de que otro profesor y crítico, Juan Carlos Abril (Universidad de Granada) analiza, entre otros, mi poemario Ciudad sumergida en un ensayo publicado en el Bulletin of Hispanic Studies (año 2023. 100.8; páginas 839-859): "De la conciencia a la autoconciencia: el ecofeminismo como respuesta poética".


Con gratitud.


Seguimos